miércoles, 27 de diciembre de 2017

Tracks & Christmas

Enrico y Mico posando en Riudecanyes.

Al lado de Enrico parezco un pigmeo.

 
Mico un biker completo.

Pero que cara de resfriado hago.

Ascendiendo poco a poco.

Enrico y Mico siempre en cabeza.

Vistas de Dosaigües.

Un Tió en L'Argentera.

Olivio y Mico, a lo lejos el castell de Escornalbou.

José Guillermo en el Golero.

 
Canales y arroz.

El típico selfie no podía faltar.

 
Antes de comenzar la ruta.

Navidad es época de fraternidad, de buenos deseos y también si me lo permitís de agradable compañía, así que para purgar mi fama de “lobo solitario” me propuse disfrutar de un par de recorridos diferentes con los amigos Enrico y José Guillermo dos de rutas no demasiado largas ni cansadas, porque los excesos de turrón y dulces me lastran considerablemente durante estas fechas.
El primer día me traslade hasta Cambrils feudo de Enrico y Mico (compañero habitual de fechorías de Enrico) los cuales ejercieron de expertos guías en una entretenida y bonita ruta desde la citada población hasta L'Argentera y regresando posteriormente hasta la popular población de la Costa Dorada.
Mucho frío y humedad durante la mañana, pero la verdad es que acompañado las inclemencias del tiempo se llevan mejor.
Unos 37 kms. con 469 de ascensión positiva, que para estas fecha no están mal, por lo menos para mi.
La segunda jornada la disfrute en compañía de José Guillermo un venezolano que llevaba un montón de años sin montar en bicicleta. El recorrido elegido por mi esta vez, era una pequeña ruta por El Delta del Ebre que iniciamos desde la población de El Perelló.
En principio no queríamos cansarnos demasiado pues nos esperaba la familia para la comilona de Sant Esteve, tampoco yo no creía conveniente meterle en el cuerpo a un en teoría “novato” una ruta demasiado dura.
Así que teníamos pensado realizar una distancia prudente que al final no lo fue tanto pues nos metimos unos 32 Kms. con un ascenso positivo (¿se dice así?) de 214 metros, que para la teórica y homogénea planitud de este recorrido no fue una cifra despreciable.
Certifico que a José Guillermo que no se le ha olvidado el pedalear con consistencia, pues creo que llego más fresco que yo a nuestro destino final y admito que me sentí muy a satisfecho viendo como disfrutaba de la sensación de libertad que nos regala el poder montar en nuestras bicicletas.

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